viernes, 18 de marzo de 2011

Cataratas de Iguazú

Lo prometido es deuda, y voy hacer una pequeña descripción de mis experiencias por la Argentina.
Nada más llegar a este lindo pais y tras instalarnos en San Miguel comenzamos con los viajes. Dado que hasta el dia 9 de Marzo no íbamos a comenzar las prácticas en los colegios.

Tras unas pequeñas visitas por Buenos Aires, decidimos emprender uno de los viajes que jamás olvidaré en mi vida: Las cataratas de Iguazú.
Contratamos un pack de vuelos por Argentina, que nos permite realizar 5 vuelos, los 2 primeros los gastamos en ir y volver a Iguazú. Nuestras amigas de Málaga Tour (agencia de viajes de San Miguel que recomendamos a todo el mundo) nos contrataron un hotel en Brasil, con lo que pisamos un nuevo pais. Lo curioso de todo esto es que para salir y entrar tienes que sellar una y otra vez el pasaporte Argentino, con lo que nuestra estancia en Argentina se ha ido renovando para 90 dias mas...Curioso.

Nos instalamos en el hotel Royal, en Foz de Iguazú (Brasil), un hotel bastante cutre, con una pileta (piscina) que se caía a piazos pero con una comida de puta madre. Las cenas eran increibles y tras alimentarnos durante las comidas con sandwiches de mortadela, lo dábamos todo en las cenas de buffé libre.


Las excursiones a Iguazú fueron la esencia del viaje. El primer día acudimos a la zona Argentina, el guía nos paso a buscar con la furgoneta y tras 20 minutajos de viaje llegamos hasta la entrada dle parque nacional. Al ser extranjeros tuvimos que pagar 100 pesos (20 eurazos) por entrar, que no son nada por lo que vas a ver, pero que es mucho en comparación a lo que paga un Argentino (20 pesos). El lado Argentino de Iguazú es muy bonito, destaca porque es una larga caminata, hay muchos caminos y pasas continuamente por encima de las cataratas. Nada más llegar te subes a un tren que recorre la selva y llegas hasta la parada de la "Garganta del Diablo", esta catarata es la más grande de todas las que hay en Iguazú, para acceder a ella tienes que recorrer el rio Iguazú, alrededor de 1,5 km de ancho...Increible. La sensación al llegar a la garganta es indescriptible, increible, quizá solo tienes ganas de gritar, de quedarte callado, de alucinar...de lo que sea. Lo más normal es observar a la gente y ver a todo boquiabiertos, una marea de agua te rodea, el agua sale por todos los sitios, hasta sube del suelo y acabas remojado por todos los sitios. Estuvimos alrededor de 45 minutos alucinando con la catarata. Lo mejor que puedes hacer es apoyarte en la valla y alucinar, quedarte en silencio y observar el inmenso paraiso que estas viendo.

La tarde la pasamos paseando por el parque, recorriendo cada esquina del mismo. Me quede con las ganas de meterme en una lancha y bajar al rio y rodear las cataratas, pero ninguno de mis compinches quiso bajar y no pude disfrutar de estas maravillas desde el agua. Del resto de las catartas destaco una en la que te introduces prácticamente bajo ella, ahi vi uno de las situaciones más románticas que puedes ver en este mundo, una pareja se estaba besando bajo la catarata, mojandose y empapandose de agua, pero el momento era increible, creo que esa pareja disfruto de la catarata más que nadie, jejeje. Del resto de la caminata destaco la cantidad de animales que vimos: Monos, zorro-perros (coaties), lagartos, serpientes, Abejas comiendose Mantis religiosas (alucinante), etc.


Al día siguiente, volvimos a acudir a las cataratas de Iguazú, pero esta vez al lado Brasileño. El lado Brasileño es incluso más espectacular que el Argentino. No me atrevería a decir que es mejor, ya que el paseo es mucho más corto (alrededor de 1 hora), pero la vista de las cataratas es mucho más panorámica. El paseo se hace relindo y al final del mismo tienes una pasarela que te acerca a la Garganta del Diablo y te coloca por encima y a los lados de muchas cataratas. Como no, acabas hasta las cejas de agua y el momento es indescriptible. De nuevo te entran ganas de gritar, cerrar los ojos, yo que se. Es indescriptible. Destacar de este lado del parque que es mucho más corto y que te encuentras hasta un ascensor que te sube y baja de una catarata. Comimos ahí en el parque, tratando de no acercarnos a los coaties, los cuales ya están acostumbrados a los humanos y tratan de robarte la comida, y si tienen que usar sus garras y sus colmillos no dudan en hacerlo.

El parque nacional de las Cataratas de Iguazú está compuesto por 250 cataratas, casi nada. Destacar de nuevo la amabilidad de la gente y que al ser español acá en la Argentina enseguida tratan de conocerte y hablarte.

Hasta la próxima.